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4. NUESTRO FRACASO

  • P.F. Obed
  • Apr 4, 2020
  • 8 min read

Updated: Apr 20, 2020

EL SER HUMANO FRACASÓ Y CAYÓ DEL PROPÓSITO DE DIOS



Pero Nuestros primeros padres decidieron comer del único árbol que estaba prohibido: "el árbol del conocimiento del bien y del mal", sin hacer caso a la advertencia de Dios:

"El Señor Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal (...) Y Señor Dios mandó al hombre diciendo: 'Puedes comer de todos los árboles del jardín; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porqueel día que comas de él, ciertamente morirás'" (Génesis 2:8-17).

Vemos pues dos árboles, dos frutos, representando dos caminos, dos opciones de vida alternativas, contrarias, incompatibles. Es importante fijarse que no se trata de escoger entre “el bien” y “el mal”, sino entre “la vida” y “el conocimiento del bien y el mal”. Y es claro que al contraponer ambos árboles y sus frutos, se está dando a entender que “el árbol del conocimiento del bien y del mal” es el árbol de la muerte, que produce muerte. ¡La elección, pues, es entre la vida y la muerte!

Pero veamos más detalladamente, a la luz de toda la Escritura, en qué consiste una y otra elección, qué implican:


"...Ciertamente no moriréis. Es que Dios sabe que el día que comáis de él (del árbol del conocimiento del bien y del mal), vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal" (Génesis 3:4-5).


Esta fue la esencia de la rebelión satánica contra la Autoridad de Dios, mucho antes de la creación del ser humano, la cual fue el origen del mal en el universo:


"Tú has dicho en tu corazón: ’Subiré al cielo en lo alto; hasta las estrellas de Dios levantaré mi trono y me sentaré en el monte de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. Subiré sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo" (Isaías 14: 13-14. Ver Isaías 14:12-17 y Ezequiel 28:12-19, donde la Escritura nos revela la historia de "Lucero", ahora Satanás, por detrás de ciertos gobernantes tiránicos.).

Esto es la esencia de lo que la Biblia llama "Pecado" (errar el blanco), el fruto prohibido que "comieron" nuestros primeros padres, con unas consecuencias catastróficas.

No es casual que Satanás se presentara en Edén bajo la forma de una serpiente: él 'encantó' a su presa, la Raza humana representada en Adán (varón y mujer), y la mordió inyectándole su veneno: la rebelión, el Pecado... dándoles así muerte. Porque lo que les ocultó en su mentira es que vivir del árbol del conocimiento conlleva que el bien y el mal siempre van juntos: tratando de hacer el bien al margen de Dios, siempre acabamos produciendo mal. Ni les dijo que en ese conocimiento, separados de Dios, no hay vida, sino muerte...

El veneno del Pecado que Satanás inyectó en Adán y su mujer dañó, alteró, pervirtió la estructura de la naturaleza humana, que vino a ser una naturaleza pecaminosa, "vendida al poder del Pecado", el cual opera como una Ley que le empuja inexorablemente a cometer 'pecados'.

Seguramente leer esto te incomoda, y hasta te repugna y te hace daño... pero si uno padece una enfermedad mortal, no hay otro camino para salvarse que reconocer el diagnóstico del médico competente y aceptar el remedio. Lo que Dios dice acerca de nuestra presente condición es terrible, y nuestra primera reacción es rechazo, tapar nuestros oídos, huir... ¡Pero es la verdad, y dichoso el que permanece a la escucha de lo que Dios dice!

El ser humano se convirtió en ‘un ser pecador'. No sólo 'hacemos' pecados, sino que después de la Caída 'somos' pecadores. El 'Pecado' es como la raíz, 'los pecados' son los frutos naturales de esa raíz:


E inexorable vino el fruto del pecado: la muerte, tal como había advertido Dios, porque no puede ser otra la consecuencia de rechazar la vida ‘zoé’, la Vida eterna de Dios. Desconectarse de Aquel que es la Fuente de la Vida verdadera, conduce naturalmente a la muerte. Por medio del pecado de Adán entró la muerte en el mundo:

“...porque la paga del pecado es muerte...” (Romanos 6:23a)
"Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12).


Cuando Adán y Eva se reprodujeron, reprodujeron lo que tenían: esta naturaleza caída como la estamos describiendo. Como descendientes de Adán, al venir a este mundo todos nosotros heredamos naturalmente su naturaleza caída:

'...por la desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores...' (Romanos 5:19).

Así, habiendo sido creados para vivir eternamente, quedamos a merced del poder de la muerte.

Primero murió el espíritu humano, quedando inhabilitados para percibir a Dios y comunicarnos con Dios, y por tanto, para alcanzar el glorioso propósito para el que fuimos creados:

"...porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios" (Romanos 3:23).

El yo del hombre, el alma humana, perdió la orientación del espíritu, que le conecta con Dios. Incapaz de seguir a Dios en su espíritu y obedecerlo poniendo su cuerpo a su servicio, el alma quedó hinchada (desfigurada) en su propia autosuficiencia; y controlada por el Pecado, se convirtió en un 'ego' que sólo puede vivir para sí mismo. Dios quedó destronado del corazón humano, y ahora es el 'YO' quien gobierna.


El cuerpo quedó desestructurado: los instintos y apetitos naturales con que el Creador lo dotó se desordenaron, tendiendo a desviarse de la finalidad para la que fueron puestos, convirtiéndose en pulsiones pecaminosas que inclinan el alma humana al pecado: son "la bajas pasiones", los malos deseos o "concupiscencias".

Enfermedades psíquicas y físicas, discapacidades, deformidades, degeneración.., vinieron sobre la Humanidad como consecuencias del Pecado y manifestaciones del poder de la Muerte sobre el alma y el cuerpo del Hombre, hasta que finalmente la muerte se extiende a todo su ser consumándose con la muerte corporal, regresando al polvo de donde fue tomado.

Pero el pecado y la muerte también se extienden por las relaciones humanas, introduciéndose la mentira, la dominación, las desigualdades, las injusticias, las violencias, la codicia... Las cuales han ido cristalizando en estructuras económicas y sociales que matan a millones de seres humanos y destruyen la naturaleza...

Finalmente, al crear al Hombre como cabeza de la Creación, Dios había sometido el destino de toda la Creación al destino del Género Humano. De modo que cuando la Humanidad cayó por su rebelión contra el Creador, toda la Creación quedó sujeta a la esclavitud de la corrupción:

"Pues la creación aguarda con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación ha sido sujetada a la vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sujetó, en esperanza de que aun la creación misma será librada de la esclavitud de la corrupción, para entrar a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora" (Romanos 8:19-22).


El Mundo se volvió así un Sistema hostil a Dios, a todo lo de Dios, a la vida misma.., bajo el dominio de Satanás, "el príncipe de este mundo", como le llamaba Jesús. ¿Por qué? Como hemos visto, Dios delegó su Autoridad en Adán para gobernar el mundo en Su Nombre. Pero al desobedecer a Dios y seguir la voz de "la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás", Adán entregó la autoridad sobre el mundo a Satanás. Por eso, una de las tentaciones con que el diablo tentó a Jesús para apartarlo del Plan de Dios fue así:

"Al llevarle a una altura, le mostró todos los reinos de la tierra en un momento. Y el diablo le dijo: —A ti te daré toda autoridad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y la doy a quien yo quiero. Por esto, si tú me adoras, todo será tuyo" (Lucas 4:5-7).

Y el apóstol y evangelista Juan dice, enseñado por Jesús, en su primera carta:

"Sabemos que (...) el mundo entero está bajo el maligno" 1ª Juan 5:19).

El mundo, en este sentido, es el sistema mundial satánico: el 'orden' conforme al cual está configurado este mundo bajo su poder. Sistemas políticos y económicos, sistemas de trabajo y consumo, religiones, ideologías y filosofías, culturas y modas, ciencia y tecnología, medios de comunicación, formas de ocio y distracción, multimedia... son realidades secuestradas o creadas por "el dios de este mundo" y trenzadas por él como una sutil red para tener cautiva a la gente, para estimular nuestra naturaleza pecaminosa, y distraernos y ocuparnos con el fin de alejarnos de Dios y su propósito.

A causa de su desobediencia el Hombre fue expulsado del Paraíso, de la dulce comunión con el Creador, para enfrentarse a un profundo exilio, lejos del destino para el que fue creado. Las apariencias engañosas y la mentira constituyen la esencia de este Sistema mundano maligno, generado por Satanás, para tratar de llenar en el Ser Humano ese clamoroso vacío y nostalgia...

Este es el diagnóstico que Dios hace de nuestra condición. A menudo muchos al oír hablar de la salvación de Dios preguntan que de qué hemos de ser salvados. Ahora ya lo puedes entender:

¡De esta trágica condición en la que hemos caído es de lo que necesitamos ser salvados!

A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado por todos los medios escapar de esta situación, pero si somos sinceros debemos reconocer que nuestros intentos son en vano, como se puede comprobar al estudiar nuestra Historia, y diariamente...


  • Ni la educación ni la cultura nos están salvando;

  • Ni el moralismo, ni la ética, ni la declaración de los derechos humanos nos están salvando;

  • Ni las ideologías, ni las revoluciones sociales y políticas nos están salvando;

  • Ni las buenas obras ni la religiosidad humana, es decir, lo que 'nosotros' pretendemos hacer para ganarnos el favor de Dios, tampoco nos están salvando... ¡ninguna de estas cosas puede salvarnos del Pecado y sus destructivas consecuencias!

Ninguna acción o poder humano puede modificar nuestra condición. Todos los planes para su transformación, si nacen de nuestra vieja naturaleza caída, serán infructuosos, una mera capa externa de barniz. Por eso el mundo no ha mejorado moralmente hablando desde Caín y Abel, más bien empeora; lo único que progresa es el maquillaje de la naturaleza caída para ocultar su podredumbre, la sofisticación de su maldad y el alcance de su poder autodestructivo.

¡Solamente si pudiéramos morir y nacer de nuevo, con una naturaleza liberada y una nueva clase de vida...! ¡Solamente si alguien más fuerte pisara la cabeza de Satanás y sus demonios, habría esperanzas de transformar la condición perdida de la Humanidad...!

Pues bien: ¡¡Justamente de eso tratan las Buenas Noticias acerca de Jesús y la venida del Reino de Dios que Dios ha mandado proclamar a todos los hombres!!


******

Dios sabía que la creación de seres personales, con inteligencia y libre albedrío, implicaba la posibilidad de la rebelión, pero si quería unas criaturas aptas para entrar en una verdadera comunión de amor con Él, era necesario permitir esa terrible posibilidad para dar lugar a interlocutores con libre albedrío. La rebelión ocurrió, el mal apareció en su Creación, pero no le vino de sorpresa a Dios, lo previó de antemano (presciencia), y Su eterno Propósito al crear seguiría adelante de todos modos, sólo que era necesario incluir en su Plan una obra para rescatar y salvar al Hombre y tratar con Su enemigo.



 
 
 

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Ilustraciones: fullofeyes.com

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